Melodía triste de piano
Esta noche, la melodía
triste del piano
se parece a mi corazón.
Tu recuerdo me ha agitado el alma,
justo cuando te creí un tema olvidado.
se parece a mi corazón.
Tu recuerdo me ha agitado el alma,
justo cuando te creí un tema olvidado.
Ya no me era familiar
el sonido profundo de tu voz,
ni tampoco la añoranza
en tu mirada,
esa que dice tanto y
nada a la vez.
Había olvidado la
forma de tus hombros,
la caída de tu cadera
al caminar,
e incluso el
encorvamiento particular de tu espalda.
Y era bueno ese olvido.
Mirar el mundo y no
añorarte,
respirar el aire y no
pensarte,
escuchar el piano y no
oírte.
No sentir curiosidad
por tu ausencia,
no preocuparme por tu
tristeza,
ni sentir dolor si te
dolía.
Sí, el olvido era la
gloria.
Pero entonces, miré hacia
atrás
y me convertí en sal.
Tu presencia como martillo,
quebró la barrera del
olvido,
y quedé presa en los
recuerdos.
Se me fue el aire y me
quedaste tu.
Estos días, ha sufrido
de nuevo la margarita
de los vaivenes entre
el sí y el no.
He leído de nuevo
entre líneas,
me ha vuelto a
enloquecer la duda de tu mirada
y lo largo de tus silencios.
Pero no pienso
sucumbir,
reconstruiré el muro,
desandaré lo transitado,
seguiré intentando, una
y mil veces,
imploraré tu olvido a
lo divino
y lo haré, te volveré
a olvidar, amor.
Si, hoy la melodía
triste,
algo desesperada y tal
vez confusa
de ese piano se parece
a mí.
Autora
Ana Reales Herrera
Photo by Zhiwei Liang on Unsplash
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